Cómo hacer casamiento salvadoreño
Casamiento Salvadoreño en El Salvador como en muchos otros países se consume un plato muy simple de arroz con frijoles, una alternativa económica que es tradición en las mesas salvadoreñas.
Su preparación se basa netamente en mezclar ambos ingredientes, porque ya deben estar cocidos previamente.
Esta combinación de arroz con frijoles tiene un excelente sabor si se consume caliente, normalmente se disfruta en el desayuno pero no hay una hora establecida para comerlo. Puede ser guardado para el siguiente día en el refrigerador por ejemplo.
Existe un plato en ese país llamado arroz negrito, la diferencia entre ambos es que en el negrito se cuece el arroz en el caldo del frijol, aquí se hace solo un sofrito de ambos con pocos vegetales.
Este es un plato de desayuno por excelencia, y se sirve con huevos revueltos con cebolla y pimiento rojo. También con maduritos fritos, queso, crema, tortillas tostadas o pan. El casamiento para la cena es igual, pero no lleva huevos.
El nombre de casamiento no es exclusivo de El Salvador, también en Veracruz-México se le llama de esta manera.
Empecemos a preparar casamiento salvadoreño, una preparación tradicional que te encantará.
Casamiento salvadoreño paso a paso
No hay complicaciones, sigue estas instrucciones y descubre lo sencillo de preparar casamiento salvadoreño.
Tiempo de preparación: 5 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
Tiempo total: 30 minutos
Ingredientes
- 2 tazas arroz cocido frío
- 1 taza frijoles cocidos con caldo
- 1 cda margarina
- 1 cebolla picada en cubos
- 1 chile verde cortado en cubos
- 1 diente de ajo
Elaboración paso a paso
- En una cacerola caliente agrega la margarina para sofreír la cebolla y el ajo.
- Cuando estén transparentes agrega el chile verde y sofríe un momento.
- Agrega los frijoles con caldo y mezcla bien.
- Agrega el arroz cocido, mezcla y deja cocinar por 10 minutos a fuego medio bajo.
- Sirve y disfruta.
Casamiento salvadoreño
Este plato no es un desayuno exclusivo para una hora, aquí te dejamos la manera de prepararlo para iniciar el día, para un almuerzo o para una cena.
Desayuno: a este plato se le agregan huevos revueltos, plátano maduro frito y queso fresco. Se disfruta con pan o tostadas.
Por tener tanto complemento no es necesario servir una gran cantidad de casamiento.
Almuerzo: en este caso el casamiento se disfruta con un trozo de proteína, puede ser bistek, chorizo, pollo. Puedes complementar con una ensalada o un buen trozo de aguacate (no es tradición).
Cena: para la cena se consume una porción moderada de casamiento y se acompaña con todo lo que tiene el plato del desayuno excepto los huevos.
Te recomiendo que trates que los granos no estén muy suaves, porque se desharán al cocinarse con el arroz.
Recuerda siempre añadir caldo a la preparación para que el arroz pueda impregnarse de ese sabor y cremosidad.
Puedes utilizar aceite en vez de margarina, y el sofrito puede incluir chile rojo y verde o uno solo, eso es a tu gusto.
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¡Claro que sí! Cada uno tiene el derecho de celebrar su cultura y tradiciones, incluso en el siglo XXI. No deberíamos juzgar ni menospreciar las elecciones de los demás. Respeto y diversidad, eso es lo importante.
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No entiendo por qué tanto alboroto por el casamiento salvadoreño. Prefiero la pupusa gigante.
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No entiendo por qué el casamiento salvadoreño no lleva aguacate, ¡es lo mejor! 🥑
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Creo que agregar piña al casamiento salvadoreño le da un toque único y delicioso. ¿Alguien más lo ha probado?
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¿Quién necesita casamiento salvadoreño cuando puedes tener pupusas todos los días?
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¡Totalmente de acuerdo! Las pupusas son una delicia y no necesitas un casamiento para disfrutarlas. Además, la comida es una parte importante de la cultura salvadoreña. ¡Así que a disfrutar de las pupusas todos los días!
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¡Qué horror! ¿Por qué añadirían esas especias extrañas al casamiento salvadoreño? ¡Destruirán la tradición!
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Vaya, vaya, alguien no está abierto a nuevas experiencias culinarias. Las especias pueden traer un toque interesante a la receta tradicional. No teman a la evolución, ¡pruébenlo antes de juzgar!
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¡Qué locura! ¿De verdad alguien sigue haciendo casamiento salvadoreño en pleno siglo XXI?